martes, 5 de abril de 2016

LLUVIA

Nada más abrir los ojos,
La luz que entra por la ventana
Anuncia un día tormentoso.
Trae consigo la humedad anunciada,

La que cala los huesos
Y que invita a quedarse en la cama.
Lo que antes estaba seco
Ahora el agua lo ablanda.

No hay nada que hacer,
Afortunadamente es lluvia mansa
De la que no para de caer,
Pero que árboles no arranca.

Para algunos son las lágrimas de Dios;
Para mí es tener que quedarme en casa
Y mirar la televisión.
Reconozco que no me gusta nada.

La lluvia se me hace triste;
Pienso en las bestias caladas
A las que el suelo se les resiste,
Porque se les pegan las patas.

Además está el frío
De cuando el agua las cala.
Cuesta abajo se forman ríos
Que no cesan en su bajada.

En mitad de la calle se forman,
Que para eso está preparada.
Esa maldita lluvia que todo lo moja,
Que me joroba la mañana,

Que además colma los tiestos
Ahogando los insectos y las plantas;
Exacto, a los insectos,
Que no tienen culpa de nada.

A mí es que no me gusta.
Me moja la cabeza destapada
Porque no me gusta llevar capucha
Y cuando cojo el paraguas,

Si hace viento, éste lo destroza.
Pero lo mejor es mantener la calma
Y pensar que, gota a gota,
Los embalses se llenan de agua.

Y para el resto está el Sol,
Para secarla.
Así, las lágrimas de Dios
Son bien aprovechadas;

Que en este mundo hay gente
Que no tiene para llenar una jarra
Ni para lavarse con agua caliente.
Se dice que el agua es barata,

Que estamos hechos de ella
En una cantidad muy alta.
Pero un día será motivo de guerra
La que ahora está contaminada.

Si tiene que llover, que llueva,
Que yo me quedaré en casa.