lunes, 7 de marzo de 2016

CUANDO LAS MUSAS TE ABANDONAN

Quedarse sin ideas
Puede ser algo muy frustrante.
Las Musas huyen; se esconden de ti.
Al principio no le das importancia:
"Volverán, yo lo sé".

Te sientas a esperarlas sin más prisas:
"Siempre regresan".
Entonces notas que te duermes.
Sueñas que han vuelto.
Bailas con ellas;
Las miras con ojos enamorados;
Les susurras cuánto las quieres,
Que no puedes vivir sin ellas.
Y de repente te despiertas;
Te frotas los ojos y te recuestas,
Mirando alrededor.
Compruebas que no están:
"Sólo ha sido un sueño; un sueño cruel".

Es cuando comienzas a preocuparte:
"¿Qué va a ser de mí?
Yo no puedo vivir sin ellas.
Son la sal de mi vida;
El cebo de mi anzuelo;
El viento en mi veleta;
La lluvia en mi cosecha;
El azul de mi cielo;
Mi billete de ida
De la tristeza a la felicidad".

Ahora toca decidir qué haces:
Puedes regresar a los sueños
Donde sabes que ellas te esperan,
Pero donde todo es una ilusión,
Porque los sueños sueños son;
O te levantas,
Agarras los pinceles;
Arrancas una hoja;
Ordenas los papeles;
Observas una rosa
Y dejas que estimule
Su aroma tus sentidos.

Así las Musas surgen
Si te ven abstraído.
En el fondo son juguetonas
Y también bastante coquetas.
Si no les haces caso en un buen rato
Son ellas las que a ti te buscan.

¡Ya están de vuelta!
¡Han regresado!
¿Tal vez para quedarse?
Por lo menos un tiempo.

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